lunes, 21 de febrero de 2011

¿Alguna vez has repasado todos los momentos con una persona una y otra vez buscando los primeros signos de que algo va mal?




Y sentir que todos esos sueños que creaste junto a esa persona solo se quedaron en meras ilusiones. Pero, ¿nunca lo has pensado? Otra persona estará ahí fuera destinada a cumplir cada momento que tú desees, a quererte. 



domingo, 13 de febrero de 2011

¿Ilógico?

- Cierra un momento los ojos, y mantén la mente muy abierta. ¿Podrás hacerlo? No te asustes. Solamente te lo pido para que comprendas un poco mejor mi posición en la conversación que hemos tenido. Bien, ya los tienes cerrados, ahora olvida todo lo que eres, tus ideales, tu religión, tus recuerdos, desde los más profundos hasta lo que has desayunado hoy. Eres un individuo vacío, no contienes ningún tipo de información, y solo te guías por la lógica y la razón. Ya sabes lo que eres, ahora te introducirás en un mundo. Este mundo es un planeta, relativamente pequeño, con 4.567 millones de años desde que se formó y 1.000 desde que apareció vida en él. En el viven unos seres, son iguales que tú en aspecto, pero ellos rigen su existencia según unas normas y creencias implantadas colectivamente. Quiero que, tal y como te he dicho que ahora eres, busques una razón lógica a que en este planeta, los seres hayan sufrido guerras, alianzas, colonizaciones, acuerdos, catástrofes, triunfos… entre ellos. A que en ese mundo, dividido en países, un hombre pueda ser capaz de quitarle la vida a un niño por un mandato. A que el dinero sea motivo suficiente como para lanzar una bomba a cientos, miles de inocentes personas. A que una catástrofe sea de una magnitud mayor o inferior dependiendo de la importancia mediática que se le ofrezca. A que, tras años de tener que esconder su condición, hombres que aman a hombres y mujeres que aman a mujeres tengan que ser atacados con las denigrantes amenazas e insultos de gente que se hacen llamar “liberales”. A que, con el conocimiento de tejidos sintéticos, siga siendo motivo de aprecio que alguien porte la piel de un animal muerto y asesinado brutalmente. A que en ciertos lugares, se celebre la alegría de vivir de las personas asesinando a otros seres vivos. A que clavarle banderines a un animal confuso hasta su muerte sea cultura y que cada vez sea más difícil adquirir un libro lleno de conocimientos. A que un juego en el que hombres tratan de meter un balón en una portería consiga movilizar a millones de personas, mientras que para revelarse contra las injusticias de la corrupción apenas actúe nadie. A que medio planeta se muera de hambre, y la otra mitad desespere por tener una Blackberry. ¿Comprendes esta situación?

- No - contestó él brevemente, desconcertado y confuso por lo que acababa de oír.

- Pues ese es el planeta en el que vivimos, y esa gente somos tú, yo, y todos los demás. Esa es nuestra vida. ¿Ahora quieres cambiarla, o seguimos discutiendo?

domingo, 6 de febrero de 2011

A Madrid

¿Cómo agradecerte esos bellos momentos que siempre me brindas? ¿Cómo disculparme por las duras injurias que te lancé? En cada esquina el sol brilla sobre tus fachadas, los árboles se expanden por tus largos caminos. Esos caminos que me llevan a nuevos mundos, distintas épocas, tantas sensaciones…

Te doy gracias por el amplio abanico de conocimientos que me has entregado. Por las historias que te inundan, por las leyendas que te dan vida y los viejos mitos a los que viste nacer.

Gracias por la gente que mantienes en tu cobijo. De todas las razas, religiones, sexos, edades, ideologías, costumbres… Cada una de ellas tiene muchas cosas que poder contar, pero ya lo haces tú por todos. En las callejuelas que recorro se pueden sentir las almas que en su día las recorrieron, como yo, descubriendo poco a poco cada teja, picaporte o balcón.
Deseo que algún día también me aceptes a mí entre tus brazos.

Gracias por tu cultura, eres el huerto donde los artistas de la pluma, del pincel, de la lija… dieron sus frutos exaltando la grandeza de nuestra historia.

Eres el dueño de todos y no eres el dueño de nadie. Eres odiado y amado. Yo espero que no cambies, me quedan muchos detalles y rincones que conocer, mucha gente, muchos momentos…

Gracias y adiós de nuevo, Madrid. Ojalá nos veamos pronto.