lunes, 24 de enero de 2011

old

Quien quieras que seas. Donde quiera que vivas. Lo que quiera que leas, veas, escuches o degustes. Quiero que sepas que existo, que estoy donde siempre, esperándote. ¿Tengo que salir a buscarte? ¿Me encontrarás tú a mí? No es difícil que lo hagas. Estaré nerviosa, mirando a todas las personas que pasen a mi lado, deseando que seas tú. Se verá en mi mirada la carga de decepciones y llantos que derramé a lo largo de mi vida.
He creído que tú eras otros, dejé que mi corazón se dejara llevar, por error. No confío en nadie. Ya no estoy segura de nada. Será complicado que te haga caso, pero tengo la sensación de que cuando nos encontremos, da igual dónde y cuándo, algo sentiremos los dos. Algo que me hará cambiar y querer estar contigo. De todos modos, no sé si esa sensación existe. Al igual que tú...

martes, 18 de enero de 2011

mezcla

Quisiera escribirte algo, pero no tengo fuerzas, ni valor, ni verdaderas ganas de hacerlo. Ni mucho menos encontraría palabras para expresar verdaderamente lo que siento... Te odio, pero te quiero. No quiero verte pero deseo hacerlo. ¿De verdad creo lo que estoy diciendo?

Algo tengo claro, y es que no pienso desperdiciar días pensando en algo que no tiene solución. Disfrutaré con mis amigos, y pasándolo bien con las pequeñas cosas. Como hoy, ser feliz porque, aunque sean cinco horas en el conservatorio, estoy con gente a la que quiero, que me quiere, con la que reír sin miedo a que me cuestionen ni me hagan sentir mal. Gracias, sinceramente, por ver que sigue existiendo gente tan especial como lo sois vosotros. Si todas las clases fuesen como la nuestra, levantarse no sería un problema. Sería una motivación.

Motivación es también que la gente que apenas te conoce, te demuestre un mínimo de interés en ti, incluso de preocupación. Muchas veces me siento sola, y saber que con una sonrisa ajena, aunque desconocida, puede hacerte sonreír a ti también...

domingo, 16 de enero de 2011

mb

Porque cada persona es como es. No hemos sido formados cual ejército de seres perfectos e iguales. Tenemos cientos de defectos, miles de cosas buenas que la gente espera ver. No puedes juzgarme por poseer unas características, ellas me definen tanto positiva como negativamente. Tenemos distintas formas de pensar, yo respeto las tuyas. Si crees que tenemos que ignorar todo lo que nos pase, vale, no puedo hacer que cambies de opinión, ni me interesa. Pero si yo quiero emocionarme por algo, déjame emocionarme, si quiero sufrir por amor, déjame sufrir por amor. Reír sin motivación, eso es lo que haría si ignorase el dolor que siento muchas veces. Lo pasaré mal, si, pero ¿a quién le incumbe? Solo a mí, y yo creo que podré madurar y aprender mediante ese mal trago psicológico, nada físico, nada relevante...
Sé que todas estas palabras te dan igual. Piensas que solo soy una niña, no sé pensar por mí misma y me mueve mi orgullo. ¿Sabes qué? Que no sabes nada de mí. Una persona no es únicamente lo que pueda decir, sino las acciones que lleva a cabo, y como se enfrenta a la vida. Y yo le plantaré cara, siempre.


El amor y yo jugamos al pilla-pilla. Cuando él me encuentra, yo me escapo. Cuando yo le pillo, él se va...

domingo, 9 de enero de 2011

Felicidades

Es una palabra que superficialmente no dice mucho, lo diría cualquiera que pretendiese alegrarte el día de tu cumpleaños. Pero debe de prestarse atención a lo que viene detrás, quién es el portador de dicho vocablo. Yo puedo asegurarte que cuando te lo digo es por algo mucho más extenso que me gustaría decirte aquí. Muchas felicidades, porque hace 17 años que naciste, que llegaste por primera vez al mundo y llenaste a tu familia de alegría. Sé que no te conocí hasta que tú tenías 13 años, parece que está pronto, pero fíjate, ya son casi 4 años desde que te vi por primera vez y mantuvimos nuestras conversaciones.
Recuerdo que las tardes de septiembre, después del viaje a París, se hacían cortas contigo caminando por Matogrande y riéndonos y pasándonoslo bien. No sé tú, pero desde aquellos momentos supe que podría contar contigo, que estarías siempre ahí para escucharme, porque hasta en tu cara se veía ese brillo de confianza que pocas personas tienen, pero que tú desprendes.
Y así fue. ¿Quieres que cuente todos nuestros momentos? ¿Desde que quedábamos todas las tardes de sábado hasta la tarde del 30 de diciembre, última vez que nos vimos? ¿Desde que jugamos con amigos que aún siguen junto a ti en el puerto, sacándonos fotos y disfrutando por pequeñas tonterías hasta las partidas de cartas que tenemos ahora y los días inolvidables que pasamos juntos? Recuerdas todo eso, y mucho más. Tengo plasmado,  como una película de las buenas, cada minúsculo momento del viaje de París, el viaje a Austria, y cada tarde contigo. Puedo decirlo, eres una de mis mejores amigas, de esas que aparecieron como de la nada y se han quedado ahí desde el primer hasta estos días.
Te quiero mucho, Nuria. Y 17 años son pocos, mira todos los que te quedan, y espero que muchos (muchísimos) de ellos sigas contando conmigo cuando quieras. Sabes que tienes un hombro en el que llorar, en el que reír, una persona a la que contarle sus problemas, alguien que intentará solucionarlos y a quién contarle cualquier tontería, historias, sueños (jajaja).
¡Muchas felicidades, cielo!

viernes, 7 de enero de 2011

para ti

Porque nuestra historia es difícil de contar. Hace solo unos pocos años que te conozco, que sé de tu existencia, pero hemos vivido ya tantas cosas que has conseguido ser parte de ese mural de gente a la que quiero tanto. Quizás para ti no sea mucho, pero créeme, te puedo afirmar con toda convicción de que así es.
¿La primera vez que te vi? No podría asegurarte que lo recuerde. Adivinaría el año, el mes e incluso el día. Un martes, a mi entender. Pero en mi cabeza no quedó grabado lo que pensé al verte. Yo solo estaba asustada y evité entablar mucha conversación el primer día. Aun así, ese año cambiaron las cosas para mí. Únicamente eras un compañero más de clase, que junto a otra más hacíais el dúo cómico. Me hiciste las horas menos largas indirectamente. ¿Quién hubiera dicho que ahora nos llevaríamos tan bien?
El segundo año, comenzando una nueva etapa. Ahí si que me marcó tu influencia. Comenzaste a ser un buen amigo con el que pasarlo bien, reírnos en clase, contarte mi vida... sobretodo superficialmente, pero se asentó una amistad que poco a poco fue creciendo. Hasta el tercer año, donde ya nos conocíamos, cuando sabía cómo actuabas, cómo reías, lo que te gustaba, lo que te discustaba... En el que comencé a llamarte "mejor amigo", porque sabía que podía contar contigo, que en cualquier momento de derramar lágrimas tú estarías ahí a mi lado. Teníamos (y tenemos) mucha confianza, ¿y cómo no? Si para mí eres como un hermano.
Porque ahora eres un imprescindible para mí,  no sé qué haría yo sin verte sonreír, porque tu sonrisa consigue sacarme una a mí, con las dificultades que eso tenga. Sabes cómo alegrarme y percibes, por el mínimo gesto en mi expresión, si estoy triste. No cambies, por favor, eres único.
Espero que te guste esta breve entrada, sabes que mereces miles de folios con agradecimientos por cada momento que pasamos juntos pero, ¿qué le voy a hacer si ya sabes cuánto te quiero?

jueves, 6 de enero de 2011

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Cegada por algo que no sabes si ocurrirá, con alguien que no te hace caso. Sueñas con que un día se acerque a tu ventana con un ramo de rosas y palabras dulces que sean más preciosas que las estrellas que abrazarían la situación, cuando en realidad él estará en su casa sentado, pensando en otra persona. ¿Duele más no tenerle o verle con otra mujer? Yo sufro por saber que mañana no podré llamarle, ni abrazarle como he deseado mil y una veces. Quizás otros chicos sean mejores, si; o no tiene comparación con otro chico que te haya gustado, vale. Pero estas cosas no se planean, esto surge. Y tras meses de silencio me dan ganas de gritar a los cuatro vientos que tú eres el único en el que pienso, y con el que me gustaría estar.